Quiero empezar diciendo que no es nuestra intención juzgar o poner en duda la obra y vida de los personajes a los que nos referiremos, solo queremos ceñirnos lo mas posible a la verdad.
Don Cristobal García nació en Tepeapulco Hidalgo en 1790... es así que mi abuelo Ricardo Armando García Soldevila inicia la historia familiar de parte de la rama de los García, y de ahí se desprenden historias y leyendas que han rondado en la familia y hasta en el ánimo de algunas poblaciones actuales.
Tengo que agradecer la extraña decisión de mi tatarabuelo, bisabuelo, abuelo y a mi madre por guardar documentos mas que centenarios, documentos que hace mucho están encerrados y que hubieran dado luz a los acontecimientos familiares y que gracias a ese enclaustramiento hoy están en excelentes condiciones (casi todos) y que ahora cuentan una historia mucho menos romántica, pero mas humana que la que conocíamos.
Iniciemos pues, mi abuelo comienza con el nacimiento de Don Cristobal García en Tepeapulco y sería justo que fuera el fuera el primer García en nuestra historia, siendo que es el primero nacido en Hídalgo, pero los papeles muestran otra cosa, nos traen hasta nosotros a Don Juan Jose García Saldivar, natural de Tulancingo, hijo de Don Andres García y Doña María de la Luz Saldivar, de los que no sabemos su origen, solo que son vecinos de Singuilucan y que para 1847 ya son difuntos.
Este buen señor Don Juan Jose García nos deja el primer documento al que podemos sacar datos concretos, su testamento, y en el refiere sus profundas creencias religiosas y sus humilde inicio, nos cuenta que estuvo casado en primeras nupcias con Doña Francisca Espinoza Olbera, con la que tubo una hija, Doña Luz García Olbera, quedando viudo poco tiempo después, es en esos párrafos donde nos dice que Doña Francisca no llevó a la legal compañía dote ni patrimonio alguno, y remata diciendo "...ni yo tampoco lo tenía..."
Tiene un segundo matrimonio con Doña María Antonia Muñoz, que llevó a la legal compañía solo "...una burra en pelo y yo tenía de capital cien ovejas de vientre, una yunta de boeyes aperada y un caballo ensillado..." en este matrimonio tienen diez hijos, Don Cristobal "el casado", Doña Polonia, Doña Josefa, Doña Benita, Don Pánfilo, Doña Rita "...(ya difunta) que falleció niña doncella...", Don Roman, Doña Margarita, Doña Catarina y Doña Francisca.
Terminaremos esta larga entrada diciendo que Don Juan José García murió el 26 de enero de 1847 siendo dueño de el rancho Corralillos (donde murió), el rancho Tlacatepan, la hacienda del Paredón, la hacienda de Tlasala, un tinacal y casas en Apan y Tulancingo.
En su testamento pide ser amortajado con "...el hábito y cuerda de Nuestro Padre Sr. Sn. Francisco..." y sepultado en el camposanto de la parroquia de Tepeapulco.
Solo nos resta decir que 1847 es el año de la intervención norteamericana en suelo Mexicano, Guerra injusta que le costó al país la mitad de su territorio.
Te felicito por tener documentos que testifican el pasado de tú familia.
ResponderEliminarSobre todo por hacer un excelente uso de ellos y compartirlo.
Rastrear nuestro orígenes es difícil, más aún si la familia tira a la basura, hasta tú acta de nacimiento...
Guadalupe
Amor, nada podría hacer sin tu invaluable ayuda, mis raíces son también las tuyas y esta es una aventura en el tiempo que emprendemos juntos donde conocemos y aprendemos historias, leyendas, personajes y lugares increíbles, te amo.
ResponderEliminarPues en primer lugar, me he derretido con las palabras intercambiadas en los dos primeros comentarios...
ResponderEliminarPero volviendo al tema de la entrada, es curioso ver el pasado con documentos, me fascina. Pensar que de otro modo esos antepasados no tendrían nombre, no habría historias de quienes nos precedieron. Siempre me pregunté què cara, qué voz habrá tenido mi tatarabuelo, cómo habrá sido su carácter, su risa...
...Y dentro de 100 años, tal vez, alguien tomará una foto mía, y se preguntará el nombre de ese rostro...
Buen trabajo Armando. Por muchos Garcías.
Soy el más feliz dando a conocer estos documentos, todos considerados como diplomáticos, es decir, oficiales, desgraciadamente casi no llegan hasta nosotros otro tipo de documentos que nos puedan arrojar luz en el como serían nuestros tatarabuelos, solo la tradición oral, las historias de familia, pero entre lineas es posible encontrar rasgos, detalles, palabras perdidas ya en el tiempo que ahora nos dicen mucho de aquella época y personajes.
EliminarTe puedo decir sin temor a equivocarme que con este trabajo podemos rastrear nueve generaciones de nuestra familia García.
Te recomiendo mucho que no te pierdas la siguiente entrada, dedicada a mi abuelo en su centenario, la publicaré el dos de Abril.
Mil gracias.
Armando, por si me distraigo y no vengo el 2 de abril, convocame por mail que aquí estaré...
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