Don
José Cristobal García.
Nos
cuenta mi abuelo en sus escritos (Familia García, 2004) que es Don
Cristobal el primer García del que tiene noticia, les invito a
conocer a este personaje con la mirada de mi abuelo.
Caja de agua, Tepeapulco Hidalgo. Foto: Xapra.
Don
Cristobal García nació en Tepeapulco en 1790, fue el segundo o
tercer hijo de un total de nueve o diez hermanos, al no ser el
primogénito, no estaba obligado a seguir los pasos de su padre, eso
le dio libertad de movimiento, gustaba de la cacería, de los
perros y de la vida al aire libre.
Capilla de hacienda (¿?) Foto: don Honorato García, hacia 1919
Años
después entra a trabajar como caporal en la hacienda de San
Francisco, propiedad de un conde español, ahí traba amistad con la
hija de este, conocida en el rumbo como “la condecita”, al pasar
el tiempo esta amistad se convertirá en cándido romance marcado por
el fatal destino, quedando al final don Cristobal dueño de la
hacienda, todo esto relatado en la entrada anterior.
Cuenta
mi abuelo que después de recibir la hacienda, don Cristobal contrae
nupcias con una bella mujer de la que solo recuerda como María de
Jesús, teniendo con ella un hijo de nombre Pánfilo, del que luego
comentaremos.
Riachuelo en Singuilucan, Hidalgo. Foto: don Honorato García, hacia 1919.
Don
Cristobal García es muy importante en la historia familiar, hace
crecer la hacienda, compra tierras, se da a conocer como agricultor
e innovador, cambia el agave por cebada y mas importante, es el que
empieza la tradición de que un García se podía morir cuando
quisiera o pudiera, pero tenía que dejar una hacienda a cada hijo y
a veces hasta a cada hija.
No
hay mas datos de don Cristobal, la historia familiar le pierde la
pista y no sabemos mas de él.
En
este punto quiero dar un reconocimiento a mi abuelo, pues escribió
la historia de los García a los 92 años de edad, basándose en sus
recuerdos y en la tradición familiar.
Los papeles muestran otra historia.
Aun
no tenemos un dato preciso de cuando nació don Cristobal, nos
inclinamos a creer que fue hacia 1820, si conoció a la condecita,
mas el trato que tuvieron fue la compra-venta de la hacienda de San
Francisco y no -desgraciadamente- la hermosa leyenda que nos contaban
los abuelos.
Aun
mas preciso, don Cristobal fue el primogénito del segundo
matrimonio de don Juan José García Saldivar con doña Ma. Antonia
Muñoz, en el primer matrimonio (con la finada doña Francisca Espinoza )
tuvo don Cristobal una hija de nombre doña Luz García Olvera.
Don
Cristobal pasa a segundas nupcias con doña Martina Otamendi, con ella procrea cuatro
hijos, Luis, Francisco, María de Jesus y Ma. Herculana, es posible
que también a Miguel y Crispín, pero no tenemos muchos datos de
esto.
Don
Cristobal es un exelente administrador, heredero del rancho de Carrizales y la hacienda del Paredón, se hace administrador de la
vecina hacienda de San Francisco, la cual termina comprando, es en
ese entonces (1849) que cambia el nombre de San Francisco Hueyapan
por el de San Francisco Londres, nunca se ha podido aclarar el por
que de este cambio.
Casa colonial en Tepeapulco. Foto: Xapra.
En
los papeles que obran en nuestro poder, tenemos a don Cristobal,
dueño de grandes extensiones de terreno y varias haciendas, tomando
poseción de tierras, cerros y cuerpos de agua, donde nos dice que
arrojó piedras, arrancó hierba, tomó y esparció agua sin que nadie
se lo impidiera, pues eran suyas.
Laguna de Tecocomulco, Hidalgo. Foto: Honorato García, hacia 1919
También
sabemos que tuvo alguna diferencia con uno de sus hermanos, dueño
del rancho de Tlacatepa, un asunto de linderos en el cerro llamado
del gallo, pero sabemos también que llegaron a un acuerdo.
Nos dicen los papeles que tuvo dos casas en Tulancingo y una en Apan, que la
hacienda la visitaba regularmente, su casa familiar la tenía
en Tulancingo.
El
20 de Marzo de 1882, don Cristobal sale de Tulancingo hacia la
hacienda de San Francisco y de ahí toma el camino real a la Ciudad de
México, en alguna parte del trayecto , un accidente le causa la muerte.
Reloj de Sol, convento de Tepeapulco. Foto: Xapra
La
Tormenta.
Don
Cristobal muere sin dejar testamento, su viuda, doña Martina
Otamendi inicia poco después un juicio sucesorio en el juzgado de
Tulancingo y estalla la tempestad, aparece el licenciado Celso
Acevedo, argumentando que su representada (y esposa) mas cinco
hermanos, son los hijos de doña Nieves Lopez y don Cristobal García.
Se
trata de María de Jesus, Tomasa, Ysidra, Victoria, Braulia y Martín
García Lopez, quienes promueven un juicio para que se les reconozca
como hijos naturales y pidiendo por vía de alimentos, el quinto de la
herencia.
El
caso se lleva en Tulancingo, pero doña María de Jesús inicia otro
juicio, esta vez en la Ciudad de México, donde pretende que el
juzgado de Tulancingo se declare incompetente y sea el de la capital
el que decida sobre la herencia, aun cuando no se ha terminado el primer juicio.
El
juzgado de Tulancingo falla a favor de doña Martina Otamendi, ella
promueve un nuevo juicio, esta vez, en la Suprema Corte de Justicia, para que el juzgado de la capital sea declarado
incompetente y se respete el fallo dado en Tulancingo.
Portada de los Apuntamientos de la Suprema Corte de Justicia, enero 23 1883
A
final de cuentas, la Suprema Corte de Justicia falla a favor de doña
Martina Otamendi viuda de García.
Reitero,
no es nuestra intención juzgar o poner en entredicho a ninguna
persona, fueron personajes de su tiempo y en su tiempo se ventilaron
todas estas historias, en la tradición familiar no se mencionan
estos personajes como tales, pero sus nombres aparecen a lo largo del
relato familiar.
Actualmente
no puedo afirmar o negar que don Cristobal y doña Nieves tuvieran sus quereres.
Fábrica y casa de don Martín García Lopez
De
la familia García Lopez también hay relatos, don Martín García
llegó a ser presidente municipal de Tulancingo, hizo grandes obras
como la dotación de agua potable y alcantarillado, tuvo cercanía con
don Pánfilo García (hermano de don Cristobal), durante su gestión,
don Martín no cobró por ejercer el puesto, fue industrial de
textiles e hilos de lana y ayudó a la comunidad fundando escuelas,
murió en 1907, la gente de Tulancingo le guarda grato recuerdo.
Don Cristobal tiene su propia leyenda, pero esta no salió del circulo familiar, hace unos días fui a Tepeapulco, su lugar de origen y tuve la oportunidad de platicar con el profesor Angel Monroy, cronista local y no supo decirme nada acerca de don Cristobal, la hacienda de San Francisco, el cerro del gallo o el del castillo, referentes de la hacienda.
Esa falta de información me hace pensar que don Cristobal García Muñoz fue un buen hombre.
Don Cristobal tiene su propia leyenda, pero esta no salió del circulo familiar, hace unos días fui a Tepeapulco, su lugar de origen y tuve la oportunidad de platicar con el profesor Angel Monroy, cronista local y no supo decirme nada acerca de don Cristobal, la hacienda de San Francisco, el cerro del gallo o el del castillo, referentes de la hacienda.
Esa falta de información me hace pensar que don Cristobal García Muñoz fue un buen hombre.